El comercio electrónico (eCommerce) ha aparecido en nuestros días como un tsunami, que pone todas las estructuras convencionales de los negocios tradicionales patas arriba.
¿Pero es realmente este su cometido?, ¿ha venido para desbancar a lo tradicional?
Ni mucho menos, su irrupción si es cierto que ha sido veloz y como ocurre en esta nueva era tecnológica su irrupción y velocidad de implantación ha dejado a muchos sin capacidad de reacción, acostumbrados a que los cambios anteriormente llegaban avisando y terminaban implantándose pasados largos periodos de tiempo.
Ahora no, lo nuevo llega y antes de pensar como afrontarlo, ya está creado por nuestros competidores más avanzados o por nuevas estructuras de negocio que nada tienen que ver con lo tradicional. Este es el avance y el éxito.
Estamos ante la novedad, lo nuevo es interesante, atractivo y curioso. Por ello todo aquello que transgrede causa efecto reclamo, y en esto el eCommerce tienen mucho recorrido.
¿Que debemos hacer para subirnos al carro de lo digital?
Todo ya estamos en el pero simplemente en las lineas de cercanías..., El largo recorrido de los trenes de alta velocidad, es otro tema más complejo.
Tener un móvil, manejar el email, o simplemente escribir en el ordenador es un avance, casi inimaginable hace 15 años, pero hoy es una realidad que si no la trabajas, estas "fuera".
El hacer comercio electrónico no es simplemente vender con tecnología digital o tener una tienda on line. Hay varios factores que aseguran el pasaje al AVE tecnológico de la comercialización que no sé si realmente hará que seamos líderes, pero seguro que no perdemos cuerda en nuestro mercado y nos hace ir con el avance, así que luego solo queda nuestras acciones creativas para desbancar a los que nos tomaron delantera.
Es necesario analizar primero, como es nuestro negocio y que queremos conseguir de él en este nuevo entorno, siendo realista y sabiendo que lo normal será ir de menos a más.
En lo digital, nada es gratis, aunque todos pensáramos hace años que era la panacea, el presupuesto que queramos destinar será determinante para asegurar éxitos a corto plazo, y este no será pequeño.
La buena noticia es que ¡Vamos a saber donde y como lo hemos gastado!
Así podremos medir y dar golpes de timón mientras este activa nuestra acción comercial para corregir desviaciones y coger la linea que si triunfa y abandonar aquella que parecía que si era eficaz, pero el mercado se ha encargado de decirnos que no le interesa,,, de momento.
Una vez sabido lo que queremos hacer, ¡a por ello...!
Crearemos un entorno visual de nuestro escaparate digital a través de una pagina web que está presente en internet, este será nuestro inicio y nuestro lugar donde todo se gestionará y a su vez donde el cliente llegará, aterrizará y si lo hacemos bien comprará.
¿Nuestra web será tienda? por supuesto y en ella daremos todo tipo de información y sobre todo contenido renovado diariamente para que se nos perciba activo e interesante hacia nuestro nuevos clientes que comenzará a ser fans o seguidores.
Utilizaremos los medios sociales como fuente de información hacia el público y a su vez como canal de comunicación para nuestras campañas de productos o servicios. Así seremos cercanos y a su vez informaremos de una manera menos directa que el trato telefónico o el email.
Esta vía de comunicación nunca la descartaremos pero debemos no priorizarla, para acostumbrar al cliente a que lo principal es el y el elige como quiere estar con nosotros.
El contenido ya es el REY y por eso debemos actualizarlo constantemente, ya sea con información de nuestro productos en la tienda, con entradas en el blog corporativo que se estima necesario para complementar la puesta en escena digital o realizando enlaces desde las redes sociales que estimemos necesarias para el plan de comunicación 2.0 que hayamos planificado.
Ahora solamente nos queda generar nuestro perfiles en las redes sociales donde estén nuestros clientes para darles cobertura y donde se encuentren lo posible potenciales (Leads) que hayamos decidido con nuestra estrategia digital lanzarnos a su consecución como futuros compradores de nuestra marca o productos.
No es fácil, pero disponemos de más meros cuadrados de superficie que cualquier centro comercial al uso, simplemente no pondremos a parcelar bien lo que queremos y como queremos presentarlo. En resumen:
- Debemos crear con creatividad
- Medir para acertar
- Innovar constantemente, aprendiendo de lo que busca el mercado
- Seguir, seguir y seguir, para actualizar constantemente nuestro contenido
- Atender como nos lo pida el cliente, adaptándonos a él
Se estima necesario la priorización de la experiencia de cliente así que empecemos a mirar el negocio desde fuera para hacerlo crecer dentro con acciones off y on line y abandonemos la visión egocéntrica del pasado de la empresa en el centro y en los extremos los clientes.
Crearemos poniendo las necesidades del cliente en el centro de la apuesta de valor de la compañía.
Por eso las nuevas estructuras digitales, arrasan como un elefante en una cacharrería, frente a las organizaciones que queremos crecer compartiendo estrategias tradicionales y digitales, ellos no tienen pasado y su presente se ha creado desde cero y enfocado al cliente (Custommer Experience)
Aunque en mi modesta opinión, creo que una acertada fusión de ambos conceptos de comercialización le dan una superioridad al negocio híbrido off y on line frente al simplemente digital, ya que no posee estructuras ni know how, para realmente ser una máquina de comercialización.
Además aun queda mucho publico objetivo que quiere seguir tocando y visitando fisicamente los establecimientos por eso debemos saber hacerlo crecer sin un ruptura total, simplemente adaptándolos.
Por eso no debemos ver a la actividad de comercialización de la compañía en on line como una competencia interna sino como un complemento ideal para adaptarnos al nuevo entorno que se aproxima y aprendiendo de el poder crecer y transformar la forma de trabajar de cada uno.
Así conseguiremos expandir la empresa, marca o producto, trabajando una estrategia de marketing digital de 360º con el cliente en el centro de nuestro nuevo universo particular que ya deberíamos haber comenzado a crear.